La ciutat que mai no existí / La ciudad que nunca existió

¿Qué hace que interpretemos como fantásticas ciertas representaciones artísticas de ciudades? El hallazgo, a finales del siglo XV, de frescos romanos representando arquitecturas imaginarias supuso el inicio de un nuevo concepto de arte y un nuevo género: los caprichos arquitectónicos. Un capricho muestra un edificio o una ciudad, posiblemente real, pero que adquiere un carácter fantástico o ilusorio gracias a su composición y su tratamiento pictórico. Se trata de un espacio en el que no se puede estar.

La muestra gira alrededor del capricho arquitectónico (siglos XVI y XVIII), con una representación de los mejores pintores de las principales escuelas europeas (Monsu Desiderio, Vredeman de Vries, Marieschi, Bellotto, Hubert Robert) en diálogo con una selección de frescos pompeyanos y algunos artistas de las vanguardias históricas que han sido influidos por esta tradición pictórica: De Chirico, Léger, Klee, Delvaux. El eco de este género en artistas contemporáneos queda representado en obras de Ann Veronica Janssens, Catherine Yass y Miquel Navarro, entre otros.

Autores/as: Pedro Azara, Karsten Harries, Jean-Jacques Wunenburger

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