Imaginar el mundo

Educar la imaginación es educar en la responsabilidad de pensar el mundo que queremos. Con su impulso, la imaginación nos permite empujar los límites de la realidad y de nuestro propio cuerpo, en un poderoso acto de libertad que abre espacios de posibilidad, expone lo invisible e incluso, a veces, lo oscuro a que tenemos que saber enfrentarnos. A la vez, la imaginación es la precondición de la empatía, clave para desprendernos de nuestra individualidad y establecer vínculos con los demás. Tanto construyendo puentes de diálogo como cuestionando otras perspectivas, la imaginación nos abre a la comunidad y es por lo tanto piedra de toque del compromiso político. Fomentar la imaginación, tanto en las primeras etapas de nuestra educación como a lo largo de nuestra vida adulta, es condición necesaria para alimentar el ejercicio de la ciudadanía crítica y garantizar así la pluralidad y la diversidad en las sociedades democráticas.

A menudo vinculada al territorio de la evasión y la fantasía, la creatividad y la expresión artística, la imaginación es también, sin embargo, una herramienta fundamental para interpretar datos, dar soluciones a problemas y situaciones complejas y concebir alternativas; nos permite leer el pasado, entender el presente y por lo tanto vislumbrar el futuro. Atravesando cuerpo, corazón y mente, la imaginación es el motor que nos conduce, en última instancia, a transformar el mundo.

Este ciclo de conferencias, organizado en colaboración con el Consorci d’Educació de Barcelona – Xarxes per al Canvi, pondrá de manifiesto el íntimo vínculo entre imaginación y educación desde perspectivas tan diversas como la danza, la pedagogía crítica, la literatura, la psicología y la ecología política.