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Xcèntric 2023-2024

«Open door to fantasy-land». Las animaciones de Sally Cruikshank

Audiovisuales

Movida por el deseo y la curiosidad de ver moverse sus dibujos, Sally Cruikshank estudió animación en el Art Institute de San Francisco a principios de la década de los setenta, y pronto se convirtió en una de las figuras más destacadas y originales de la animación experimental. Influenciada por los cartoons clásicos de los años treinta (Max Fleischer, Winsor McCay o Carl Barks) y el comic underground (Robert Crumb), sus películas se caracterizan por una desbordante y alucinada imaginación, un estilo visual psicodélico de aire retro, excéntricos personajes antropomórficos y una narrativa surrealista, frenética y anárquica, aderezada con un peculiar sentido del humor.

Cruikshank realizó su primera animación corta, Ducky (1971), con una cámara Bolex de 16 mm unida a una ampliadora de fotos. Hecha con acuarelas y animación sobre papel, en ella aparece ya un prototipo de Quasi, el personaje que reaparecerá en sus futuros trabajos con su forma definitiva: un pato amarillo con una capa roja y gafas de culo de vaso. Animada por esa primera experiencia, Cruikshank se matriculó en el Art Institute de San Francisco, donde bajo la tutela del cineasta Larry Jordan realizó su segunda animación, Fun on Mars (1971), en la que emplea, además de acuarelas, ceras, recortables y collage. Para su tercera animación, Chow Fun! (1972), alternó animación en papel y recortes pegados en celdas de animación.

Su obra más conocida es Quasi at the Quackadero (1975), una de las primeras películas contraculturales que se hizo popular en el circuito de exhibición de medianoche (como sucedería un par de años más tarde con Asparagus, de Suzan Pitt). Se trata de una bizarra aventura protagonizada por dos patos parlantes, Quasi y Anita, una deslenguada femme fatale a la que da voz la propia cineasta, que visitan un delirante parque de atracciones en el que pueden llevarse un dibujo de sus pensamientos, conocer a sus reencarnaciones anteriores o viajar en el tiempo. Dibujada laboriosamente sobre acetatos transparentes, con la ayuda ocasional de amigos animadores, la película tardó dos años en completarse. Junto con Make Me Psychic (1978) y Quasi’s Cabaret Trailer (1980), con las que comparte los personajes centrales, esta película compone la trilogía «Art Deco», un estilo visual muy apreciado por la artista, que lo lleva a un terreno personal insuflándole sus característicos colores vivos y surrealismo alucinógeno.

En los años siguientes, Cruikshank compaginó la creación de sus propios cortometrajes independientes con la realización de anuncios o secuencias de créditos y animaciones para películas de Hollywood, así como colaboraciones para Sesame Street, por donde pasaron también otros muchos animadores experimentales como Al Jarnow o Jane Aaron.

Las películas de Sally Cruikshank no envejecen, porque existen en su propio universo, absolutamente libre, en el que cualquier cosa puede suceder. En palabras de la autora: «Animation is this sort of open door to fantasy-land, you’re only limited by what you can draw».

Sally Cruikshank: Ducky, 1971, 16 mm, 3,5’; Fun on Mars, 1971, 16 mm, 4,5’; Chow Fun!, 1972, 16 mm, 4’; Quasi at the Quackadero, 1976, 35 mm, 10’; Make Me Psychic, 1978, 35 mm, 8’; Quasi’s Cabaret Trailer, 1980, 35 mm, 2,5’; Face like a Frog, 1988, 35 mm, 5,5’.

Proyección en 16 mm y 35mm. VOSC.

Copias procedentes del Academy Film Archive.

Directores/as: Sally Cruikshank

Esta actividad forma parte de Xcèntric 2023-2024

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