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1.000 m2 de deseo

Mi cuerpo es un campo de batalla

Mesa redonda con Lucía Egaña, Brigitte Vasallo y Eloy Fernández Porta

Debates

¿Qué discursos recorren nuestros cuerpos y sus afectos? ¿De qué forma incide el poder en el diseño de comportamientos, morfologías y fisiologías corporales? ¿Con qué fin? ¿Qué capacidad tenemos de reinventar nuestros cuerpos y afectos más allá de la norma? Responden a estas y otras cuestiones Brigitte Vasallo, Lucía Egaña y Eloy Fernández Porta.

Entender el cuerpo como constructo discursivo, y no como una entidad biológica predeterminada, de rasgos fijos y ahistóricos, significa atender a las normas reguladoras y a las relaciones de poder que lo atraviesan, supone interrogarse acerca de la sexualización de los cuerpos, de la construcción de los géneros, el deseo y las prácticas sexuales y afectivas; implica analizar la norma e imaginar su subversión. El cuerpo deviene así un proyecto político, un campo de batalla en el que está en juego la definición de valores sociales y de estilos de vida. La representación mediática, con su producción de imágenes, iconografías y modelos, es clave a la hora de fijar y forzar los límites entre los relatos hegemónicos y contrahegemónicos que afectan al cuerpo, sus deseos y sus prácticas.

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